La receta que os traigo hoy es un desayuno sencillo y muy nutritivo. El ingrediente principal es el trigo sarraceno, también llamado alforfón. Para el que nunca haya oído hablar de él, el trigo sarraceno es un pseudocereal, ya que no pertenece al grupo de las gramíneas, que es de donde proceden el resto de cereales.
Una de sus características más destacadas es que es un alimento alto en proteínas en comparación con los cereales convencionales como el trigo o el arroz y posee todos los aminoácidos esenciales, es decir, contiene proteínas completas, con lo que es un alimento muy recomendado para vegetarianos y veganos y una fuente de proteína vegetal alternativa para omnívoros. Tiene, además, una gran cantidad de fibra, más alta que los cereales integrales y las legumbres incluso.
Se ha visto que el trigo sarraceno es rico en rutina, un flavonoide que puede ayudar a mantener unos niveles de colesterol adecuados y mejorar la hipertensión. Contiene también importantes micronutrientes como el magnesio y el potasio, que junto con su alto contenido en fibra y en rutina, convierten al trigo sarraceno en un alimento muy adecuado para prevenir y mejorar problemas cardíacos y controlar los niveles de azúcar en sangre, por lo que es un alimento que puede ir muy bien para personas diabéticas. Además, dado su alto contenido en fibra, es un alimento bastante saciante, por lo que nos ayudará también a controlar el peso.
También es un alimento muy adecuado para cuando existen problemas de depresión o ansiedad, sobretodo porque es rico en vitaminas del grupo B, sobretodo de niacina, cuyos efectos sobre la depresión son notables. Por otra parte, el zinc y el selenio, presentes en buena cantidad en el trigo sarraceno, son dos nutrientes que ayudan a mejorar este tipo de problemas.
Además, a pesar de su nombre, no tiene nada que ver con el trigo, de hecho no contiene gluten, a diferencia del trigo, por lo que es un alimento perfecto para celíacos y personas con intolerancia o sensibilidad al gluten.
- -1/4 de taza de trigo sarraceno
- -1/2 plátano
- -1 cucharadita de miel o sirope de arce (opcional)
- -1/4 cucharadita de canela en polvo
- -1/8 cucharadita de cardamomo en polvo
- -1 cucharada sopera de coco rallado
- -3 cucharadas soperas de leche vegetal (mejor casera: coco o almendras quedan muy bien)
- Toppings:
- -un puñado de arándanos y frambuesas
- -unas cuentas nueces pecanas troceadas al gusto
- -coco laminado
- -mantequilla de almendras (opcional)
- Poner en un bowl el trigo sarraceno, cubrir con agua y dejar en remojo toda la noche (mínimo 8 horas).
- A la mañana siguiente, colar el agua, enjuagar y poner el trigo sarraceno en una batidora o procesador de alimentos junto con el resto de ingredientes (menos los toppings!!).
- Procesar durante 3-4 minutos y luego verter en un vaso.
- Poner por encima los toppings al gusto y disfrutar!!
- VERSIÓN COCINADA
- Si preferís hacerlo cocinado, seguid los mismos pasos pero quitad el plátano de los ingredientes, una vez procesada la mezcla ponedla en un cazo a fuego medio durante 3-4 minutos y una vez esté listo echad los toppings por encima junto con el plátano troceado.
Raquel
Me lo he hecho de merienda y esta increíble! Gracias por compartir tanto!
Una pregunta Ana, qué opinas del ágave? No paro de leer que es más dañino que el azúcar blanco… Gracias!
Ana
Hola Raquel! muchas gracias! me alegra que te haya gustado, gracias a ti por compartirlo conmigo. Respecto al sirope de ágave, realmente no es mi edulcorante favorito, sobretodo porque es un producto que suele estar muy procesado, y de ahí viene sobretodo el problema, porque en teoría su índice glucémico es bajo pero debido a todo ese procesado eso cambia. Yo no lo considero peor que el azúcar blanco, desde luego, pero lo utilizaría con moderación y si lo vas a comprar, al menos que sea ‘crudo’, que no se hayan utilizado procesos de calentamiento. Yo prefiero utilizar la miel cruda, el azúcar de coco o el sirope de dátil que puedes hacer fácilmente mezclando dátiles con agua y un poco de limón. Un abrazo!