El magnesio es uno de los minerales más importantes que existen, por eso su deficiencia se relaciona con numerosos problemas. El Dr.Norman Shealy, neurocirujano y pionero en la medicina del dolor dice: ‘Todas las enfermedades conocidas se pueden asociar de alguna forma con la deficiencia de magnesio y es la cura no descubierta de muchos trastornos’.
El magnesio ayuda a regular el calcio, sodio y potasio, pero sus funciones van mucho más allá, es un nutriente esencial para nuestra salud celular y participa en más de 300 funciones bioquímicas en nuestro organismo. Incluso participa en la síntesis del glutatión, el antioxidante más potente que fabrica nuestro organismo. Juega también un papel fundamental en nuestro metabolismo y la producción de energía a nivel celular.
Desgraciadamente hoy en día es muy común la deficiencia de este mineral, se estima que un 80% de la población es deficiente en magnesio, y lo peor es que la gran mayoría de este porcentaje no sabe que padece esta deficiencia.
CAUSAS DE LA DEFICIENCIA DE MAGNESIO
- Una de las causas principales de la deficiencia de magnesio es la depleción que existe en los suelos de este mineral, entre otras cosas por la agricultura extensiva y todos los químicos que se usan en la agricultura convencional. Cada vez los suelos tienen menos magnesio y por tanto incluso los aliementos que deberían ser ricos en magnesio, no tienen cantidades adecuadas hoy en día.
- El estrés es otra de las causas principales de deficiencia de magnesio. El estrés reduce la cantidad de magnesio presente en nuestro organismo y cuanto más estrés, más se reduce. A su vez, tener menos magnesio provoca que tengamos más predisposición a sufrir estrés.
- La mala absorción intestinal es otra de las posibles causas de deficiencia, y también bastante común porque un gran porcentaje de la población presenta alteraciones a nivel intestinal que pueden comprometer la absorción completa de los nutrientes.
- La presencia de enfermedades crónicas y la toma continua de medicación es otra causa frecuente de deficiencia, ya que la medicación (antibióticos, etc.) daña el intestino y las enfermedades crónicas suelen estar asociadas a una inflamación continua que también compromete la absorción de nutrientes.
Leyendo todo lo anterior seguro que te preguntas si te debes de preocupar por ser deficiente en magnesio, esto dependerá de los síntomas que padezcas y el estilo de vida que lleves o el estrés al que estés sometido, pero la probabilidad es alta. Además, es una deficiencia difícil de identificar en un análisis de sangre convencional, porque solo un 1% del magnesio se encuentra circulando en el torrente sanguíneo, el resto se encuentra en el interior de nuestras células, por lo que para identificar los niveles deberíamos hacer un análisis de magnesio intracelular.
SÍNTOMAS DE LA DEFICIENCIA DE MAGNESIO
- Rampas en las piernas. El magnesio juega un papel muy importante en la transmisión de señales neuromusculares y en la contracción muscular. El síndrome de las piernas inquietas también es otra alteración que puede indicarnos una falta de magnesio.
- Tics. La presencia de algunos movimientos involuntarios como los tics en el párpado nos pueden indicar una deficiencia de este mineral.
- Depresión y ansiedad. Numerosos estudios relacionan la deficiencia de magnesio como una de las causas que contribuyen a la depresión y la ansiedad, ya que el magnesio tiene un papel muy importante en el sistema nervioso central, sobretodo en el ciclo del GABA.
- Insomnio. El magnesio es un cofactor fundamental para la fabricación de melatonina por parte de nuestro organismo, su deficiencia por tanto puede hacer que tengamos una peor calidad del sueño.
- Dolor muscular/fibromialgia. Se ha visto en distintos estudios que la suplementación con magnesio en personas que sufren dolores musculares y fibromialgia ayuda a reducir el dolor y la sensibilidad.
- Tensión alta. La tensión arterial elevada también puede esconder una deficiencia importante de magnesio, ya que junto con el calcio, ambos minerales ayudan a mantener una tensión saludable y protegen el corazón. También la presencia de palpitaciones puede estar relacionada con una deficiencia de magnesio, entre otras cosas.
- Diabetes tipo 2. Las personas con este tipo de diabetes suelen sufrir también deficiencia de magnesio, se ha visto que las dietas ricas en este mineral reducen el riesgo de diabetes tipo 2 por su papel en el metabolismo del azúcar. Se ha visto también que simplemente suplementando 100 mg/día de magnesio, se puede reducir el riesgo de este tipo de diabetes en un 15%.
- Migrañas y cefaleas. Se ha visto que la deficiencia de magnesio puede provocar migrañas por su importante papel en el equilibrio de neurotransmisores. Se vio cómo suplementando de 360 a 600 mg de magnesio al día se reducían las migrañas en un 42%.
- Cansancio y fatiga. Bajos niveles de energía, cansancio, debilidad y fatiga son síntomas comunes de falta de magnesio.
- Osteoporosis. El magnesio es un mineral muy importante para la salud ósea y su deficiencia es mucho más común que la deficiencia de calcio, por tanto este mineral es muy importante para mejorar y prevenir problemas óseos, junto con la vitamina D y K.
- Problemas digestivos. Muchos trastornos digestivos pueden relacionarse con la deficiencia de magnesio, por ejemplo cuando hay reflujo o no funciona bien el esfínter esofágico inferior puede deberse a la carencia de magnesio.
- Otros. Hay otros muchos síntomas y trastornos que se han relacionado con la falta de magnesio, por ejemplo la preeclampsia, el síndrome premenstrual, la presencia de caries, la impotencia en hombres, daño en los riñones o el hígado, asma, estreñimiento, etc.
ALIMENTOS RICOS EN MAGNESIO
- Espinacas
- Acelgas
- Coles de Bruselas
- Brócoli
- Patata
- Frutos secos: almendras y anacardos especialmente
- Algas
- Germinados
- Judías negras
- Aguacate
- Plátano
TIPOS DE SUPLEMENTOS DE MAGNESIO
Existen varias formas de suplementación de magnesio, y cada una es adecuada para distintas situaciones:
- Citrato de nagnesio: se absorbe muy bien pero tiene efecto laxante, así que es mejor que las personas con un buen tránsito intestinal lo eviten, pero puede ser muy eficaz para personas que sufren de estreñimiento.
- Taurato de magnesio: especialmente indicado para problemas cardiovasculares ya que se ha visto que previene arritmias y otros problemas relacionados. No tiene efecto laxante.
- Malato de magnesio: muy adecuado para personas que sufren fatiga o cansancio, ya que el ácido málico juega un papel fundamental en la síntesis de ATP y la producción de energía.
- Glicinato de magnesio: es una de las formas que se absorben mejor y no tiene efecto laxante. Fantástico para corregir deficiencias de mucho tiempo.
- Cloruro de magnesio: es la forma más adecuada de magnesio para ayudar a la detoxificación celular y de tejidos. También ayuda a mejorar la salud digestiva produciendo ácido estomacal para metabolizar los alimentos.
- Carbonato de magnesio: se convierte en cloruro de magnesio cuando se mezcla con nuestro ácido estomacal y es una buena elección cuando hay problemas de reflujo o indigestión ya que tiene propiedades antiácidas.
Existe también el aceite de magnesio, muy adecuado para personas que tienen problemas de absorción a nivel intestinal ya que se absorbe a través de la piel y se puede utilizar en zonas del cuerpo que presentan dolor o sensibilidad.
Como veis, la deficiencia de magnesio es muy común y puede estar detrás de numerosos problemas de salud, no debemos tomar a la ligera este tema ya que este mineral participa en numerosas e importantes reacciones en nuestro organismo y hoy en día debido a las prácticas de agricultura extensiva los suelos están depletos de magnesio. Recordad que nuestro organismo necesita nutrientes para funcionar correctamente y si no lo hace uno de los motivos puede ser éste y lo mejor es que tiene fácil arreglo con la suplementación y alimentación adecuada.
BIBLIOGRAFÍA
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Geir Bjørklund, Maryam Dadar, Salvatore Chirumbolo, Jan Aaseth, Fibromyalgia and nutrition: Therapeutic possibilities?, Biomedicine & Pharmacotherapy, Volume 103, 2018, Pages 531-538,
ISSN 0753-3322, https://doi.org/10.1016/j.biopha.2018.04.056 (http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0753332218309697)
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