En el post de hoy quiero daros una receta muy sencilla para sustituir la patata por el boniato. Ya sabéis que a mi no me gustan las restricciones, sino los cambios o sustituciones, y cambiar la patata por el boniato es una de las sustituciones saludables que recomiendo, al menos, algunas de las veces en las que vayamos a comer patata. ¿Por qué me decanto por el boniato? Pues básicamente por su calidad nutricional. Los boniatos nos proporcionan gran cantidad de vitamina A (gracias a ese maravilloso color naranja que también tienen las zanahorias), también tienen algo más de vitamina C, menos calorías, menos hidratos de carbono y más fibra. Os recomiendo el boniato al vapor o al horno y es mejor que lo limpiemos bien y dejemos la piel, ya que en la piel hay numerosos nutrientes, eso sí, solo si es ecológico, en caso contrario recomendaría quitar la piel para evitar pesticidas.
- -1 boniato pequeño
- -sal del himalaya
- -aceite de coco
- -1/2 limón
- -pimienta negra
- -tahín o crema de sésamo
- Limpiar bien el boniato y cortarlo tal como se ve en la foto (pelarlo si no es es ecológico).
- Ponerlo en una bandeja de horno, añadir un chorro de aceite de coco, el zumo de limón, la sal del Himalaya al gusto (o sal marina) y un poco de pimienta negra.
- Introducir en el horno a 180 grados alrededor de 35-40 minutos o hasta que esté tierno y ligeramente tostado (como en la foto).
- Por último, al sacarlos del horno, echar por encima el tahín al gusto (crema de sésamo) y un chorro más de limón en crudo.
El segundo objetivo del post de hoy es daros unos consejos sencillos para comer de forma rápida pero a la vez saludable. Por ejemplo, según podéis ver en la foto, tenemos una ensalada sencilla con rúcula, tomate, zanahoria y germinados de rábano y un poco de trigo sarraceno. La idea es que tengamos:
- siempre una base de hojas verdes (puede ser rúcula o cualquier hoja verde que tengáis a mano),
- luego añadáis 2 o 3 tipos de verduras en crudo, según lo que tengáis en la nevera y según la temporada,
- un puñado de germinados que nos van a aportar muchísimos nutrientes,
- alguna grasa saludable como el aguacate (o sino semillas o algún fruto seco)
- y por último, algún alimento proteico saludable como el trigo sarraceno germinado en este caso, o sino quinoa, que podéis tener preparada en la nevera o preparar en 15 minutos en el momento.
Cuando lleguéis a casa, y mientras preparáis el resto de cosas, podéis ir metiendo el boniato en el horno para que esté listo cuando todo lo demás lo esté. De esta forma podemos preparar un plato saludable, equilibrado, super rico y hacerlo de manera rápida y sencilla. Tener quinoa ya preparada, trigo sarraceno, o un poco de arroz salvaje puede hacer todavía este proceso más rápido.
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