Hoy os quiero enseñar otro plato con calabaza. En este caso es un plato nutricionalmente muy completo y absolutamente delicioso, a la vez que sencillo.
La quinoa y los frutos secos nos aportan ácidos grasos esenciales y proteínas, entre otras cosas, y la calabaza es un maravilloso fruto de la familia de las cucurbitáceas rica en carotenos, carbohidratos complejos y fibra. Un plato equilibrado y muy sabroso perfecto para esta época del año. Aunque hay varios tipos de calabaza, he usado la de tipo cacahuete, ya que es la más adecuada por sabor y forma para este plato.
Las espinacas y la albahaca le dan ese toque verde que me gusta siempre incluir en mis recetas. Para adornar podéis utilizar hojas frescas de albahaca o alguna otra hoja verde como la rúcula. Este plato se puede utilizar como una comida completa o se puede acompañar de una ensalada fresca, que sería el complemento ideal en este caso.
- 1 calabaza cacahuete pequeña
- ½ taza de quinoa
- 10 champiñones
- ¼ de taza de nueces
- 2 cucharadas de albahaca fresca troceada
- 1 cebolla
- 2 ajos
- 2 cucharadas de tamari
- un puñado de espinacas
- aceite de oliva y sal marina
- Precalentar el horno a 180 grados.
- Cortar la calabaza por la mitad y poner las dos mitades boca abajo sobre un papel de horno con aceite de oliva. Asarla durante 20-25 minutos o hasta que esté blandita.
- Preparar la quinoa con agua y un poco de sal.
- Sofreír la cebolla y los ajitos, añadir los champiñones troceados, las nueces troceadas, el tamari, las espinacas y la albahaca. Añadir luego la quinoa y saltear 5 minutos más.
- Sacar la calabaza y rellenarla con la mezcla anterior.
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