Esta crema es muy sencilla de hacer y tiene un sabor muy agradable y una textura muy cremosa. En esta época del año no puede faltar la calabaza en nuestra cocina, así que utilizarla para hacer una crema que nos sirva como primer plato es algo muy sencillo y muy socorrido. Nunca había probado a hacerla con brócoli pero sí los había comido juntos alguna vez y combinan muy bien ya que la calabaza le aporta ese punto dulce al brócoli.
El miso, por su parte, le aporta cremosidad y le añade propiedades terapéuticas muy interesantes. Para los que no conozcáis el miso, se trata de una pasta fermentada hecha a partir de soja o de algún cereal como el arroz, por ejemplo, dependiendo del tipo de miso que utilicemos, ya que hay varios cuyo sabor y apariencia cambian. Yo en esta receta he utilizado miso blanco, es el que suelo tener casi siempre a mano porque es el más suave y es muy versátil, ya que se pude usar de muchas formas incluso como aliño de ensaladas. Al ser un alimento fermentado, es muy beneficioso para nuestro intestino, ya que nos aporta microorganismos beneficiosos para nuestra flora. Además en varios estudios científicos se ha visto que el miso s ayuda a eliminar la radiación del cuerpo, con lo que es muy adecuado para las personas que estén siendo sometidas a un tratamiento de radiación, y también se ha visto que protegen frente a varios tipos de cáncer. En la tabla siguiente extraída de un estudio de 2013, podéis ver más concretamente sus beneficios.
- -1 brócoli pequeño p medio grande
- -1/4 de calabaza potimarró mediana
- -2 cebollas pequeñas
- -2 dientes de ajo
- -aceite de coco (o de oliva)
- -2 cucharadas de miso blanco
- -sal marina o del himalaya
- -pimienta negra
- Cortar los dientes de ajo y las cebollas a rodajas y ponerlas a fuego medio durando 4-5 minutos con un poco de aceite de coco o aceite de oliva. Añadir un poco de sal.
- Añadir las flores de brócoli y la calabaza sin piel y cortada a cubitos y dejar 3 o 4 minutos más a fuego medio.
- Cubrir todas las verduras con agua (mejor si es filtrada), llevar a ebullición y bajar a fuego medio durante 30-40 minutos o hasta que las verduras estén blanditas.
- Añadir las dos cucharadas soperas de miso, un poco más de sal, un chorro de aceite de oliva virgen extra y un poco de pimienta al gusto.
- Pasar todo a la batidora y batir durante un par de minutos hasta que adquiera una consistencia cremosa. Probar y ajustar sal y pimienta.
- Servir con sésamo negro por encima, un chorro de aceite o alguna hierba fresca o seca como el eneldo.
-También he añadido un chorro de aceite que tengo macerado con ajo y guindilla como podéis ver en la foto, no es muy picante pero le da un toque distinto
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