Conforme va entrando de lleno el otoño, va apeteciendo más algún plato caliente que nos ayude a entrar en calor. Las cremas o purés siempre son una buena solución para esos días y además es un plato sencillo, rápido y nutritivo.
La crema que os traigo hoy tiene más bien consistencia de puré, ya que a mi me suele gustar más que tenga textura. Pero podéis jugar con la consistencia dependiendo de cuales sean vustros gustos. La sopa lleva calabaza y zanahoria sobretodo y por tanto es un plato rico en carotenos, que son los que le dan ese característico color naranja a estas dos verduras, que se transforman en vitamina A en nuestro organismo, una vitamina antioxidante que es especialmente beneficiosa para la vista, los carotenos además tienen probados efectos anticancerígenos y antioxidantes. La calabaza además es rica en otros antioxidantes como las cumarinas, el licopeno y la vitamina C. Las vitaminas A y C ayudan a mantener una buena salud del sistema circulatorio, ya que previenen la oxidación del colesterol y por tanto que éste se disponga en las paredes de las arterias dificultando la circulación y provocando problemas cardiovasculares.
Las zanahorias, además, contienen unas sustancias llamadas pectinas, que ayudan a regular el tránsito intestinal y ayudan a mejorar tanto la diarrea como el estreñimiento. Posee además propiedades calmantes y suavizantes de la mucosa del sistema digestivo, por lo que viene muy bien cuando tenemos problemas digestivos o intestinales. Comiendo 2 o 3 zanahorias diarias podemos alcanzar el 100% de la cantidad diaria recomendada de vitamina A.
En esta crema he utilizado también las hojas de la zanahoria, que le aportan un sabor muy rico a la sopa, un toque medio dulce que queda muy bien, y además le añadimos propiedades nutricionales al plato, ya que por ejemplo, contienen 6 veces más vitamina C que las propias zanahorias, además de otras vitaminas y minerales como vitamina K, vitaminas del grupo B, vitamina E y potasio, calcio y también hierro. Además, las hojas de la zanahoria nos aportan clorofila, que ya os he comentado en varias ocasiones que ayudan a limpiar y depurar la sangre.
- -1/2 calabaza potimarrón pequeña
- -1 cebolla pequeña
- -4-5 ajos
- -aceite de coco
- -5-6 zanahorias grandes
- -un puñado de hojas de zanahoria
- -1/4 de taza de pipas de girasol
- -1 cucharada de polvo de curry
- -Sal del Himalaya al gusto
- -1/2 cucharadita de nuez Moscada
- -pimienta negra al gusto
- -3 rodajas finas de raíz de jengibre
- -2 rodajas finas de raíz de cúrcuma (1/4 cucharadita en polvo)
- Poner en un cazo un poco de aceite de coco con los ajos laminados y la cebolla troceada, saltear durante 5 minutos a fuego medio e incorporar la calabaza y las zanahorias troceadas, el jengibre, la cúrcuma, sal, pimienta y nuez moscada.
- Añadir agua hasta cubrir las verduras y llevar a ebullición, bajar el fuego al mínimo y dejarlo alrededor de 20-30 minutos hasta que las verduras estén blandas.
- Batir todo en la batidora hasta obtener la textura deseada y corregir de sal, pimienta y nuez moscada.
- A parte, en una bandeja de horno poner las pipas con una cucharadita de aceite de coco, sal del himalaya al gusto y curry e introducir en el horno a 160-170 grados durante 15 minutos o hasta que estén ligeramente crujientes.
- Servir la sopa con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y las pipas al curry.
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