Escribo este post a raíz de un artículo que he leído recientemente en el periódico El Mundo en el que investigadores de la universidad de Cantabria y el Hospital Marqués de Valdecilla de Santander han visto como la incidencia de ELA (esclerosis lateral amiotrófica) es un 30% mayor en el norte que en el sur del país y resulta que lo relacionan con los mayores niveles de toxicidad en el aire que se respira en el norte, sobretodo con el plomo. Puedes leer el artículo completo aquí.
Aprovecho para señalar que casi todas las enfermedades degenerativas son multifactoriales, es decir, diversos factores están relacionados con su origen, pero la toxicidad casi siempre es uno de ellos. Podemos nacer con ciertas predisposiciones pero en la gran mayoría de los casos, y tal como dice el artículo, los desencadenantes son factores ambientales, es decir: lo que comemos, lo que respiramos, lo que bebemos, los medicamentos que tomamos e incluso lo que pensamos (estrés, problemas emocionales…), etc. Todos ellos son factores ambientales que hacen que los genes se expresen de una u otra forma.
Por tanto, ¿qué podemos hacer para prevenir enfermedades degenerativas? Pues, según lo que acabamos de comentar, lo que podemos controlar nosotros son esos factores ambientales de los que hablábamos. Es verdad que no podemos evitar lo que respiramos, por ejemplo, pero si tenemos los órganos de desintoxicación (hígado, riñones, pulmones…) en buen estado, el cuerpo posee los mecanismos necesarios para eliminar los tóxicos. Sin embargo, para eso tenemos que minimizar la exposición a los mismos, al menos en lo que podemos controlar, ya que un exceso de tóxicos provocará que dichos órganos de desintoxicación tengan más trabajo, por decirlo de alguna forma, que estén incluso sobrecargados de trabajo y esto les haga funcionar peor y no realizar sus funciones de la misma forma y esto puede llevar a la acumulación de toxinas, que acidifican el entorno celular y propician las enfermedades.
Entonces, ¿cómo mantenemos los órganos de desintoxicación, también llamados, emuntorios, en buen estado?
- Llevando una dieta saludable, rica en verduras y frutas de temporada, frutos secos y semillas, cereales integrales y proteínas de buena calidad. Evitando fritos, carnes rojas, embutidos, azúcar y todo lo que contenga azúcar y alimentos procesados. Este tipo de alimentación, alta en fibra, es la que nos ayuda a mantener esos órganos en buen estado para que realicen su trabajo.
- Hay algunas hierbas que nos pueden ayuda a hacer una pequeña depuración de vez en cuando: el cardo mariano y el boldo para el hígado; tomillo, gordolobo y llantén para los pulmones; y cola de caballo y arenaria, por ejemplo, para los riñones.
- Con baños de agua caliente con sal marina, al menos una vez a la semana. Esto nos ayuda a expulsar exceso de tóxicos a través de la piel.
- Haciendo 2-3 días por semana completamente vegetarianos, esto ayuda a que nuestro intestino tenga menos trabajo con la digestión y ayuda a fomentar procesos de depuración.
- Minimizando los tóxicos que podemos ‘controlar’.
- Es complicado controlar lo que respiramos, pero sí podemos controlar muchas otras cosas, por ejemplo, lo que comemos, ya hemos comentado cuál sería a grandes rasgos la dieta más adecuada, pero muchos de los alimentos que tomamos contienen aditivos y saborizantes, es mejor evitar todos estos productos y es recomendable, además, comer productos ecológicos, es decir, sin herbicidas ni pesticidas, sobretodo si tenemos antecedentes familiares de enfermedades degenerativas. Por una vez que tomemos verduras y/o frutas con pesticidas, no pasa nada, pero ¿os imagináis tomar un poquito de herbicidas y pesticidas todos los días, varias veces al día? esto poco a poco puede ir afectándonos a nuestra salud. Comer ecológico puede ser un poco más caro, pero vale la pena la diferencia. Es mejor buscar productos ecológicos locales, de venta directa del agricultor, de esta forma será más económico y además estamos ayudando a los agricultores de nuestra zona. Por otra parte existe un listado elaborado por Environmental Working Group, de las frutas y verduras que contienen más pesticidas y herbicidas (Dirty Dozen o los Doce Sucios) y otro listado con las verduras que contienen menos (15 Clean o los 15 Limpios), de esta forma podemos comprar ecológico, por ejemplo, manzanas y fresas que se encuentran en el primer listado y podemos comprar de agricultura convencional, aguacates y cebolla, por ejemplo, que se encontrarían en el segundo listado. Podéis encontrar estos listados aquí.
- Otros tóxicos que podemos evitar son los que penetran a través de nuestra piel, los que encontramos en los productos de higiene como champús, gel de baño, desodorantes, maquillajes, tintes de pelo, pastas de dientes, etc. Es mejor optar por marcas naturales que tengan productos que no contengan sustancias tóxicas como siliconas o parabenos. Incluso muchos productos como pintalabios o lápices de ojos pueden contener plomo. También hay muchas marcas de maquillaje natural y libres de tóxicos, incluso lacas de uñas. Podéis leer este post que puse algún tiempo sobre este tema.
- Evitar el tabaco y minimizar la exposición al humo del mismo si es posible. El tabaco contiene gran cantidad de tóxicos, entre ellos metales pesados.
- Evitar amalgamas de mercurio o empastes de mercurio en la boca. Si ya tenemos, podemos buscar dentistas especializados en cambiar estos empastes de manera segura, es necesario seguir un protocolo de seguridad adecuado para hacerlo ya que el mercurio es un metal muy tóxico y si no se hace con las medidas de precaución adecuadas podemos tener peligro de ingerirlo.
- Hacer una depuración de vez en cuando puede ser muy útil. Ya Galeno, en su momento, hablaba de la necesidad de depurar. ¿Cómo podemos hacerlo? pues mediante zumos naturales de frutas y verduras, haciendo un día a la semana una monodieta con alguna fruta depurativa como manzanas o uvas y haciendo alguna depuración más intensa varias veces al año, por ejemplo en cada cambio de estación.
Nota: es importante consultar al médico antes de hacer cualquier depuración, sobretodo si tienes algún tipo de enfermedad o condición.
Según al artículo al que hacía referencia al principio, el plomo parece estar relacionado con la mayor incidencia de ELA en el norte de España. De la misma forma que algunos artículos científicos relacionan el aluminio o el mercurio con enfermedades como el Alzheimer. El plomo, el mercurio y el aluminio son metales pesados que es cierto que al cuerpo puede costarle más expulsarlos. Pero hay algunos alimentos y superalimentos que ayudan especialmente al cuerpo a expulsar metales pesados como el plomo:
- Toda la familia de las crucíferas, gracias a sus compuestos azufrados son muy útiles a la hora de ayudar al cuerpo a eliminar este tipo de sustancias. También el kale, las legumbres, las cebollas y las espinacas son alimentos que pueden resultar muy útiles.
- Es importante que la dieta sea muy baja en grasas poco saludables y se tengan niveles adecuados de hierro y calcio en sangre, ya que una dieta alta en grasa, así como la falta de calcio y hierro hace que el cuerpo absorba el plomo más rápidamente.
- La combinación de cilantro y chlorella (un alga unicelular) ha demostrado tener una alta eficacia para eliminar del cuerpo metales pesados. Estudios clínicos han demostrado que la quelación o eliminación de metales utilizando cilantro y chlorella puede eliminar el 87% de plomo del cuerpo, el 91% de mercurio y el 74% de aluminio. Existen suplementos que combinan extractos de ambos, cilantro y chlorella.
- Si tienes o sospechas que puedes tener niveles altos de plomo en el cuerpo, es importante revisar si las cañerías de la casa están fabricadas con este material.
Si estamos sufriendo algún tipo de enfermedad degenerativa sería recomendable hacer un análisis de metales pesados, ya que diversos investigadores y artículos científicos están relacionando la presencia en exceso de estas sustancias con el origen de algunas de estas enfermedades. Un análisis de cabello puede mostrar una exposición prolongada mientras un análisis de sangre nos mostraría un contacto más reciente con metales pesados. Otros síntomas como la ansiedad, confusión, artritis, fatiga crónica, diarrea, insomnio, falta de apetito, sabor metálico en la boca, temblores, infertilidad sin causa aparente, etc. pueden hacernos pensar en la presencia de metales pesados en nuestro organismo.
Consulta con tu doctor o nutricionista terapéutico para más información sobre este tema.
marta
Un artículo de 10. Me sirve de mucho lo que escribes y me ayuda a tomar más conciencia. Me encantaría que nos describieras alguna depuración así más pautada que recomiendes o que practiques en ti misma y te funcione. Son muchas las veces que pienso en hacer una semanal y también más intensa pero no la hago por ignorancia y por miedo a provocarme daño. Muchas gracias por mostrarnos cada día un poquito de tu sabiduría y por enseñarnos a cuidarnos más. Un saludo grande
Ana
Hola Marta! muchísimas gracias por tus palabras! En este vídeo hablo un poco de cómo hacer un depuración muy segura pero efectiva, durante 7-10 días, viene bien para los cambios de estación: https://youtu.be/Xj0bhFCXtD4. De todas formas escribiré algún artículo para hacer una depuración un poco más a fondo durante 3 días o así. También es recomendable hacer lo que se llama ‘ayuno intermitente’ que sería dejar que pasen 12 horas entre la última comida del día y la primera del siguiente, de esta forma el cuerpo tiene más tiempo para realizar procesos de reparación y depuración. Y hacer una monodieta una vez a la semana también es otra práctica recomendable, sería comer todo el día el mismo alimento, por ejemplo uvas o manzana, de esta forma estamos ayudando al sistema digestivo. Está indicada para personas sanas que en principio no padecen ninguna enfermedad como diabetes, etc. Espero haberte ayudado. Un abrazo!