Salteado de verduras con tempeh, lima y jengibre

Hoy os propongo un plato reconfortante que nos hará entrar en calor y sentirnos mejor en los días en los que estemos algo destemplados o resfriados y nos ayudará a recuperarnos mejor si hemos tenido un día duro. Y esto es en gran medida gracias al jengibre, una maravillosa raíz que le aporta al plato un punto picante y también propiedades nutricionales extra, ya que esta raíz es muy conocida por sus efectos antiinflamatorios y antibióticos (pero ojo! su efecto antibiótico es selectivo destruyendo solo los mircroorganismos patógenos y fomentando la flora intestina beneficiosa). El ajo, también presente en el plato, completa esta acción antibiótica y antibacteriana ya que también es un conocido y potente antibiótico natural. Si queréis saber más sobre estos alimentos y cómo tomarlos si tenéis algún resfriado, no os perdáis este post.

Por otra parte, el tempeh es mi producto preferido de los derivados de la soja, ya que a diferencia del tofu, se trata de soja fermentada por lo tanto es beneficioso para nuestra flora. Su textura es más consistente que la del tofu y su sabor algo más intenso. Este producto es originario de Indonesia pero hoy en día se puede encontrar en cualquier supermercado natural. A mi me gusta macerarlo con tamari (que es igual que la salsa de soja, pero también fermentada y no contiene trigo, por lo que los intolerantes al gluten pueden consumirlo sin problema), pero se puede hacer de muchas formas: comerlo entre pan, en ensaladas, al vapor, a la plancha cortado en filetes, etc. Se trata de una proteína vegetal de alto valor biológico, es decir, que contiene todos los aminoácidos esenciales, y por tanto es un muy buen sustituto de los productos animales. Además contiene B12, siendo uno de los pocos productos vegetales que la contiene.