Esta crema es perfecta para estos primeros días de otoño en los que nos empiezan a apetecer platos calentitos pero aún ligeros. El color naranja se lo da la calabaza y también la cúrcuma, una raíz con maravillosas propiedades terapéuticas.
Una de las propiedades principales de la cúrcuma es su poder antiinflamatorio y anticancerígeno, cada vez más estudios corroboran estas propiedades, así que es un alimento que no puede faltar en nuestra despensa ya que además es muy versátil, se puede echar sobre verduras, en sopas, cereales, en zumos y batidos… Es perfecta para sustituir al colorante alimenticio que se suele poner en los arroces y paellas ya que su poder de tintar de amarillo es muy potente, no deja apenas sabor y es una buena forma de dejar de utilizar el colorante, que es tantrazina, una sustancia que tiene efectos negativos en nuestra salud. La crema también lleva un poco de pimienta negra, que se ha visto en estudios científicos como aumenta la abosorción de la cúrcuma por parte de nuestro organismo.
- -1/2 calabaza potimarrón pequeña
- -4 calabacines
- -2 cebollas frescas
- -2 dientes de ajo
- -1/2 cucharadita de cúrcuma en raíz o en polvo
- -un poco de pimienta negra
- -1 puerro
- -sal marina o del Himalaya
- Sofríe durante un par de minutos la cebolla y los ajos con un poco de aceite de oliva o aceite de coco.
- Añade la sal, la pimienta, la cúrcuma, la zanahoria y el calabacín cortados a rodajas, sofríe durante un par de minutos más.
- Cubre las verduras con agua de buena calidad (filtro o botella) y deja a fuego medio durante 20-30 minutos.
- Pasado este tiempo, sacar las verduras del fuego y batir con la batidora hasta obtener una crema compacta pero ligera.
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