El pasado jueves fue fiesta y decidimos preparar en casa algo especial pero saludable. El día anterior había comprado alcachofas y quería hacer algo con ellas, así que nada mejor que una deliciosa paella de verduras para hacer buen uso de esta fantástica verdura. Hemos hecho algunos cambios sobre la paella de verduras tradicional, sobretodo porque hemos utilizado arroz integral en lugar de arroz blanco. Tarda un poco más, pero es mucho más saludable. Normalmente las paellas se suelen hacer en días de fiesta donde tenemos más tiempo para cocinar y compartir con los amigos, por lo que el mayor tiempo de cocción del arroz integral no debería ser una excusa para no utilizarlo.
Pero, ¿cuáles son las ventajas de usar arroz integral en lugar de arroz blanco? El arroz blanco es un cereal refinado, es decir, un cereal al que se le ha quitado el germen y la cáscara o salvado, es decir, se le ha quitado la fibra y numerosos nutrientes sobretodo gran parte de las vitaminas del grupo B que se encuentran en el salvado y el germen. Aquí entonces tenemos dos problemas:
- No consumimos tantos nutrientes como con el cereal integral, esto hace que estemos comiendo un alimento que nutricionalmente es bastante pobre. De hecho, a comienzos del siglo XX, cuando se empezaron a moler y refinar los granos, empezó a surgir una enfermedad llamada beriberi (que provocaba piernas cansadas, hinchazón, edema, palpitaciones, agrandamiento del corazón, disnea, dificultad de movimiento hasta incluso no poder andar, etc.), y se daba sobretodo en personas pobres de Asia donde el alimento básico era el arroz. Más tarde se descubrió que todo esto era debido a la falta de tiamina, vitamina B1, de la que el arroz carecía debido a su refinamiento. En condiciones normales la dieta es más variada y podemos obtener las vitaminas B de otros sitios, sin embargo, no se suele obtener en suficiente cantidad si comemos los alimentos refinados; podemos decir que en general vivimos una época donde estamos sobrealimentados pero con importantes carencias nutricionales.
- La fibra ayuda a mantener unos niveles de azúcar en sangre adecuados. Cuando la naturaleza nos ofrece un alimento en una determinada forma, suele ser por algo. En este caso, la cáscara y el germen, además de proporcionarnos vitaminas, minerales y grasas saludables, nos proporcionan fibra que es necesaria para que no se produzcan picos de azúcar al consumir el cereal. Al quitarle la cáscara y el germen, nos quedamos prácticamente con el carbohidrato, que al ser consumido, se absorbe muy rápidamente al no tener fibra y provoca un pico de azúcar en nuestro organismo que tiene que ser reducido mediante una inyección de insulina por parte de nuestro páncreas. Esto ocurre siempre que comemos alimentos refinados y es la razón por la cual estos alimentos provocan a la larga problemas de azúcar en sangre como resistencia a la insulina y diabetes tipo 2 y problemas cardíacos. De hecho en diversos estudios se ha relacionado el alto consumo de arroz blanco con el síndrome metabólico, síndrome que se suele producir alrededor de los 50-60 años y que se caracteriza por hipertensión, hiperlipidemia (colesterol y triglicéridos altos), resistencia a la insulina, diabetes tipo 2, obesidad central, etc. Cuando consumimos el cereal completo, estos picos no se producen porque al tener fibra, la absorción es mucho más lenta y además nos deja saciados durante mucho más tiempo, porque cuando no hay fibra, al absorberse rápido y tener que bajar rápido el nivel de azúcar en sangre, sentimos en seguida la necesidad de comer otro alimento refinado que nos proporcione energía rápida perpetuando así un círculo vicioso del que es necesario salir cuanto antes empezando a consumir los alimentos tal cual vienen de la naturaleza, con su germen y su cáscara.
Por tanto, hemos de empezar a sustituir el arroz blanco por arroz integral, arroz negro, arroz rojo, arroz basmati integral, arroz jazmín integral o cualquier variedad de arroz que no haya sido refinado. La premisa, como siempre, es muy sencilla, comer los alimentos lo más parecido a como salen de la tierra es lo mejor para nuestra salud. Cuanto más se alejen los alimentos de su forma original, más consecuencias negativas tendrán en nuestra salud.
Por otra parte, quiero destacar también que no he utilizado colorante alimenticio para dar color a la paella y en su lugar he usado un poco de cúrcuma, que nos aporta color y en pequeñas cantidades no se nota nada el sabor. La podéis encontrar en polvo en cualquier supermercado. El colorante alimenticio es tartrazina (E-102), y es un aditivo nocivo para nuestra salud. Provoca que nuestro cuerpo libere histamina y esto hace que podamos desarrollar síntomas de alergia como rinitis, picazón… pero también tensión arterial baja. Además, altera los espacios sinápticos neuronales provocando también cefalea, falta de concentración, somnolencia e hiperactividad. Está en muchos alimentos y su consumo continuado puede contribuir a trastornos importantes y los niños nunca deberían tomarlo. Así que aquí tenemos otra sustitución saludable. Porque no se trata de eliminar alimentos, sino de sustituirlos por su versión saludable.
- -1 taza de arroz largo integral
- -2 litros de agua (aproximadamente)
- -200 gramos de judías verdes
- -3 nabos
- -1/2 cebolla
- -3 tomates maduros o el equivalente en salsa de tomate natural
- -un puñado de romero fresco o seco
- -un puñado de champiñones
- -un puñado de setas shiitake
- -4-5 alcachofas
- -1/2 pimiento rojo
- -1/2 pimiento amarillo
- -aceite de oliva virgen extra
- -3-4 ajos
- -sal del Himalaya
- -1/4 cucharadita de cúrcuma
- Dejar el arroz en remojo 1 hora antes de utilizarlo.
- Para hacer un caldito rápido, poner a hervir la mitad de las judías con los nabos y el romero en aproximadamente 2 litros de agua o un poco más, bajar el fuego y mantenerlo una media hora o hasta que la verdura esté blandita.
- Poner en una paella un chorro de aceite de oliva virgen extra y sofreír la cebolla cortada en trozos pequeños.
- Añadir el pimiento cortado, las judías verdes restantes cortadas en trozos de 2-3 cm y las alcachofas cortadas en cuartos (quitar bien todas las hojas sobrantes para que luego no estén duras y se puedan comer bien), sofreír unos minutos a fuego medio hasta que se ablanden un poco. Añadir un poco de sal al gusto.
- Hacer una mezcla con el tomate rallado o la salsa de tomate natural, 3 cucharadas de aceite de oliva, ajo picadito y sal del Himalaya, añadir a la paella y sofreír durante unos minutos (alrededor de 10 minutos).
- Añadir ahora los champiñones y las setas shiitake.
- Añadir el arroz, sofreírlo durante 2-3 minutos e incorporar alrededor de 1,5 litros del caldo que hemos hecho al principio, colándolo.
- Dejar a fuego alto que se vaya consumiendo el caldo, si es necesario, poner una tapa para concentrar el calor, añadir la cúrcuma y corregir de sal si es necesario. Echar alguna rama de romero fresco.
- Según el tipo de fuego es probable que se necesiten al menos 0,5 litros más de caldo, añadir e ir probando. Para que el arroz esté listo se necesitarán alrededor de 35-40 minutos.
Almudena
Hola guapa, me encantó el post. ¡Sabes con una placa de inducción cuánto tiempo tendría que estar al fuego? Gracias. Un saludo.
Ana
Hola Almudena! muchas gracias, me alegra mucho que te haya gustado. Con la inducción posiblemente tarde un poco menos, desde que pones el arroz unos 30-35 minutos, pero el fuego quizás es algo más potente, así que debes de estar pendiente porque a lo mejor hay que echar un poco más de caldo. Un abrazo!